lunes, 1 de agosto de 2016

Ya tengo quien me espera en el cielo

Muchos de nosotros hemos tenido la bendición de compartir o haber compartido momentos tiernos, divertidos, compañía, solidaridad, descanso, apoyo, conversado, reído, llorado, corrido, abrazado  en resumen disfrutado del verdadero  AMOR INCONDICIONAL de ese compañero o compañera que la mayoría de las personas de esta sociedad ha subvalorado bautizándolos como mascotas cuando realmente son parte  de nuestra familia, de nuestras vidas son los “Reales amigos absolutos”.

Ese ser vivo maravilloso que muchas veces es pelud@ con ojos llenos de vida, brillo y transparencia, que nos espera detrás de la puerta feliz  y nos recibe saltando con amor, felicidad sin pedirnos explicación de ¿dónde estábamos? o ¿qué hicimos?, porque realmente lo que le interesa es que llegó el ser que aman; su amig@, su mamá / papá, hermanit@. Si  ese SER peludo e inocente que entrega su amor , alegría, confianza  a ti  que en algún momento prometiste con un pacto de vida cuidarle, protegerle y retornarle ese amor que cada segundo te regala, ese Ser maravilloso cuando se van al cielo como mi #Kaya amada que partió hace poco , es en ese preciso momento en el cual no sabemos  ¿qué hacer con ese inmenso vacío que queda en nosotros?, un vacío irremplazable, pues solo ell@s con su personalidad y calidez supieron imprimirle su sello angelical, es allí en ese  preciso momento de dolor en el que cierran sus ojitos y pasan a otra dimensión , donde realmente nos damos cuenta que esas palabras que tanto escuchamos y decimos:
    “Todo en la vida tiene solución menos la muerte “

   Y que ya no importa lo que hagas, ya ni  Bobby, Tom, Pelusa, Motica, Lucy, Inquietud, Molly,  Andrea, Manchita o mi Kaya volverá a respirar junto a ti.  Es en ese momento cuando pasa frente a ti una película de todo lo vivido y todo lo que postergarte con ese ángel o angelita  que solo supo entregarte en vida todo su amor, cuando comienzas a valorar lo que realmente es la vida. Y te preguntas y ahora que hago sin ti?  La respuesta a esas preguntas es transformar  tu dolor en bendiciones, les comparto lo que hago y cuando lo haces desde tu alma funciona:

  • Lo primero es reconocer que su misión de vida la realizaron en el momento justo y fue perfecta para ella o el  y para ti.
  • Recuerda siempre los momentos que te hicieron reír, o esas travesuras que a veces te hicieron rabiar y que luego a pesar del regaño el o ella volvían y te daban besitos o movían su colita 
  • Convierte tu dolor en el recuerdo de la emoción que sentías con cada momento que te recibieron y saltaron de felicidad porque llegabas, o ibas a sacarlos a pasear, o simplemente te sentabas a leer o ver televisión haciéndoles cariño. 
  • Y simplemente sonríe y siéntete feliz porque ya tienes quien te recibirá moviendo su colita     y feliz porque están de nuevo juntos en el cielo.