Muchos de nosotros hemos tenido
la bendición de compartir o haber compartido momentos tiernos, divertidos,
compañía, solidaridad, descanso, apoyo, conversado, reído, llorado, corrido,
abrazado en resumen disfrutado del
verdadero AMOR INCONDICIONAL de ese
compañero o compañera que la mayoría de las personas de esta sociedad ha
subvalorado bautizándolos como mascotas
cuando realmente son parte de nuestra
familia, de nuestras vidas son los “Reales
amigos absolutos”.
Ese ser vivo maravilloso que
muchas veces es pelud@ con ojos llenos de vida, brillo y transparencia, que nos
espera detrás de la puerta feliz y nos
recibe saltando con amor, felicidad sin pedirnos explicación de ¿dónde
estábamos? o ¿qué hicimos?, porque realmente lo que le interesa es que llegó el
ser que aman; su amig@, su mamá / papá, hermanit@. Si ese SER peludo e inocente que entrega su amor ,
alegría, confianza a ti que en algún momento prometiste con un pacto
de vida cuidarle, protegerle y retornarle ese amor que cada segundo te regala, ese
Ser maravilloso cuando se van al cielo como mi #Kaya amada que partió hace poco
, es en ese preciso momento en el cual no sabemos ¿qué hacer con ese inmenso vacío que queda en
nosotros?, un vacío irremplazable, pues solo ell@s con su personalidad y
calidez supieron imprimirle su sello angelical, es allí en ese preciso momento de dolor en el que cierran
sus ojitos y pasan a otra dimensión , donde realmente nos damos cuenta que esas
palabras que tanto escuchamos y decimos:
“Todo en la vida tiene solución menos la
muerte “
Y que ya no importa lo que hagas, ya ni Bobby,
Tom, Pelusa, Motica, Lucy, Inquietud, Molly, Andrea, Manchita o mi Kaya volverá a respirar junto a ti.
Es en ese momento cuando pasa frente a ti una película de todo lo vivido
y todo lo que postergarte con ese ángel o angelita que solo supo entregarte en vida todo su amor,
cuando comienzas a valorar lo que realmente es la vida. Y te preguntas y ahora que
hago sin ti? La respuesta a esas
preguntas es transformar tu dolor en
bendiciones, les comparto lo que hago y cuando lo haces desde tu alma funciona:
- Lo primero es reconocer que su misión de vida la realizaron en el momento justo y fue perfecta para ella o el y para ti.
- Recuerda siempre los momentos que te hicieron reír, o esas travesuras que a veces te hicieron rabiar y que luego a pesar del regaño el o ella volvían y te daban besitos o movían su colita
- Convierte tu dolor en el recuerdo de la emoción que sentías con cada momento que te recibieron y saltaron de felicidad porque llegabas, o ibas a sacarlos a pasear, o simplemente te sentabas a leer o ver televisión haciéndoles cariño.
- Y simplemente sonríe y siéntete feliz porque ya tienes quien te recibirá moviendo su colita y feliz porque están de nuevo juntos en el cielo.